Por segundo año consecutivo el Huerto de Al-Andalus ha estado
cultivándose con los alumnos de 1º del PCPI y con los de 2º ESO-BIS.

Durante el presente curso hemos comenzado nuestras tareas
agrícolas en el mes de octubre, un mes antes que el cuso anterior, con lo que
hemos tenido más margen en la siembra de los cultivos de otoño y, por tanto,
mayor cantidad de variedades hortícolas para cultivar.
También habría que comentar que, tras analizar el sistema de
riego que teníamos implantado así como el desnivel del terreno y la orientación
que disponía el mismo, decidimos modificar la disposición de las tuberías del
goteo y cambiar la distribución de los cultivos para un mayor aprovechamiento
de las horas de sol, sobre todo en los meses de invierno. El resultado ha sido
muy positivo, obteniéndose muy buenas cosechas de habas, patatas y cebollas.
Otro aspecto digno de resaltar fue la aportación de un
camión de estiércol, concretamente de caballo, que ha mejorado notablemente la
textura de la tierra y, por supuesto, ha aportado muchísimos de los nutrientes de loa que carecía.
Hemos cultivado pues en nuestro huerto habas, cebollas,
patatas, brócolis, berenjenas, pimientos, tomates, zapallitos de tronco, etc.
Lo más novedoso ha sido el cultivo de una variedad de cebolla morada, que es
autóctona de Almuñécar, con grandes propiedades culinarias y de la cual
queremos extraer semillas para contribuir a que no desaparezca dicha variedad.
Por otro lado, nos hemos atrevido también a cultivar plantas de stevia (la
planta de hojas dulces), con la intención de multiplicarlas y repartirlas más
tarde a profesores, alumnos y demás personal del IES.
Pero lo que habría que destacar por encima de todo es lo que
el huerto ha aportado a nuestros alumnos. Con qué disposición acudían, contaban
los días y las horas que faltaban; estaban deseosos que les asignara las
tareas, bien individuales o por parejas, y a todas se prestaban con interés y entusiasmo;
muchos de los alumnos que jamás habían tenido un contacto tan directo con la
tierra se sentían enganchados e ilusionados por tener ellos en un futuro un huerto propio. Hemos aprendido el origen,
distribución y características de nuestros cultivos, y mediante su cultivo
hemos estudiado asignaturas transversales como Lengua, Geografía, Matemáticas,
Tecnología, etc. y, para ser también bilingües en el huerto, hemos aprendido
los nombres de nuestros productos en inglés ya que teníamos dos alumnos
ingleses que nos los han ido enseñando.
Finalmente
diré que lo mejor, como siempre, suele ser la hora de la cosecha. Los alumnos
no dan crédito a cómo de aquellas semillas han salido esos frutos tan
extraordinarios, que devoran casi sin masticar o hablando con la boca llena. O,
por ejemplo, son dignas de ver sus caras cuando quito esa mata de patata ya
casi marchita y al escarbar suavemente en la tierra aparece la silueta de la
patata nueva que surge como por arte de magia, y se la coloco en sus manos un
tanto temblorosas sin que puedan creer lo que están viviendo y atónitos por el
descubrimiento. Ellos, sin pensárselo dos veces, se lanzan desesperados hacia
la tierra y empiezan a gritar diciendo: “aquí
hay otra”, “mira ésta que grande”,
“yo ya llevo tres”, etc.

Cuando uno se implica en una actividad como la del huerto, las satisfacciones que te da son tremendas. Es desde dentro cuando te das cuenta de lo que has conseguido y de las necesidades que todavía quedan por cubrir: echamos de menos un pequeño invernadero donde reproducir nosotros mismos nuestras propias semillas, también se necesitan mayor variedad y cantidad en la herramientas agrícolas, automatizar el riego, mejorar el interior del apero y habilitarlo como almacén de semillas, etc.
Para el próximo curso nos enfrentamos con nuevos retos y mayores responsabilidades y, a pesar de ello, pretendemos que esta actividad de huerto escolar continúe e incluso procuraremos implicar a un mayor número de profesores. Sería deseable que se los profesores de las áreas de Ciencias Naturales, Sociales, Tecnología, Lengua, Matemáticas, Educación Plástica, Música, etc. utilizaran el huerto como otro recurso más dentro de sus programaciones. Son muchas las posibilidades que ofrece un huerto y muchas las satisfacciones que genera.
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